Mi confrontación con la docencia
Mi nombre es Celia Arciniega Vázquez, tengo la profesión
de Químico Farmacobiólogo; por la formación que tengo, no imaginé que me fuera a
dedicar a la docencia, ya que mis intereses eran muy diferentes; atravesé por
un sinnúmero de dificultades en mis inicios de docente, no obstante gracias al
apoyo de mis compañeros, a la capacitación continua y al gusto que le he tomado
a la docencia, sigo en esta maravillosa profesión, que es la de contribuir en
la formación de los estudiantes, para
lograr los objetivos educativos actuales y que adquieran una educación
integral
El trabajo del docente trasciende, más allá del
aula, esto me hizo valorar aun más esta profesión y darme cuenta que nuestros
estudiantes enfrentan diversas problemáticas que sin lugar a dudas se
reflejaran en nuestro salón de clases, la comprensión y la tolerancia juegan un
papel muy importante en nuestra labor docente. Al
conocer las problemáticas a los que enfrentaban los alumnos, comprendí que
debemos ser maestros de humanidad, tal como lo dice el profesor José M. Esteve.
Actualmente el trabajar en el aula de clases con
jóvenes adolescentes, me representa una satisfacción y algo muy agradable, ya
que además de fungir como guía, es importante generar empatía con ellos;
conocer el contexto en el que se desarrollan, sus gustos, nivel cultual,
familiar, social, esto con el objeto de
identificar mejor, los métodos o estrategias, que en su momento, resulten
productivos para lograr los objetivos de enseñanza-aprendizaje.
Con el paso del tiempo, me descubro como docente
por convicción, y mejorar mi desempeño, de manera paulatina con la disposición
de cambiar a través de la actualización e innovación constante que me permitan
adquirir habilidades y herramientas y poder transmitir a mis alumnos: la
motivación, el sentido, el gusto y justificación por esos conocimientos;
considerando aspectos importantes como la edad con todos los cambios no sólo
físicos sino también emocionales que implica su estancia en la escuela, el ambiente
de familia, el ambiente de amistades y distracciones. Lo
anterior solo sera posible en un clima de respeto y confianza a través de la
comunicación de ideas fuera y dentro del salón de clases. Con base en lo
anterior, a pesar de las limitantes que como docente en algunas ocasiones
encuentro como: la asignación de actividades extracurriculares, la falta de
espacios e infraestructura adecuada y tiempos de organización, me permiten
reconsiderar mi labor con la finalidad de redoblar esfuerzos trabajando con lo
que tenemos, de forma entusiasta en los aspectos mencionados y poder contribuir
en la formación integral de los alumnos.
Por medio de esos años de ensayo y error he
aprendido con mis estudiantes, a buscar herramientas que mejoren mi desempeño
docente.
Mi experiencia como alumna de la Especialidad en Competencias
Docentes
Actualmente las instituciones educativas deben
estar a la vanguardia, en el mundo globalizado en que vivimos, impulsado por un
vertiginoso avance científico y tecnológico, en el cual el desarrollo de las
TIC ha ocupado un papel muy importante, por lo que se han generado grandes
cambios que alcanzan todos los ámbitos de la actividad humana, la docencia no
es la excepción. Como ejemplo está la especialidad que
actualmente estamos cursando.
Es importante participar en estas innovaciones en
el ámbito educativo y sacar el mayor provecho posible a las mismas, pues nos
facilitan el desarrollo de destrezas que favorecerán nuestro desempeño y la
formación de alumnos competentes.
Los jóvenes cada vez saben más (aunque no
necesariamente del “currículum oficial”) y aprenden más cosas fuera de los
centros educativos.
Por ello, actualmente, uno de los retos que
tenemos los docentes y las instituciones educativas consiste en integrar las
aportaciones de estos poderosos canales formativos en los procesos de enseñanza
y aprendizaje, facilitando a los estudiantes la, optimización y valoración de
estos conocimientos, que obtienen dentro y fuera del aula.
También la experiencia docente es aprender de
otros, tanto lo bueno como lo malo, para no repetirlo. Me
preocupa formar estudiantes con conocimientos, no solo de nuestras asignaturas,
si no responsables y capaces de enfrentar los retos diarios.
El ser profesora de bachillerato me da la
oportunidad de ayudar a los jóvenes a construir los cimientos sólidos para sus
futuros aprendizajes del nivel superior así como de los ámbitos personales,
sociales y laborales, que los acompañaran toda su vida.
¿Qué pienso
de mi actividad como docente de bachillerato?, he aprendido mucho, de mis
compañeros, de los alumnos y con los cursos que he tomado, aunque en esta
profesión no terminamos de aprender, pero lo más importante, he cambiado mi
forma de pensar. Mantener una actitud positiva, es
fundamental para lograr cualquier propósito, mi objetivo actual es
seguirme preparando para poder seguir guiando a mis alumnos, y no solo en los
contenidos de las materias que imparto si no en la vida.
Celia Arciniega Vázquez